La niacinamida, también conocida como vitamina B3, es una forma de niacina soluble en agua que se ha convertido en un ingrediente estrella en el mundo de la dermatología y la cosmética. Su presencia en productos para el cuidado de la piel ha aumentado notablemente debido a sus propiedades beneficiosas.

¿Para qué sirve la niacinamida?

La niacinamida despliega su acción en una variedad de aspectos que benefician la salud y apariencia de la piel:

• Hidrata: La niacinamida ayuda a mantener un equilibrio adecuado de humedad en la piel, favoreciendo la hidratación sin obstruir los poros.
• Regula el sebo: la niacinamida ayuda a regular la producción de sebo, manteniendo la piel equilibrada y reduciendo la aparición de brillos indeseados.
• Disminuye el tamaño de los poros: sus propiedades astringentes contribuyen a la reducción de la apariencia de los poros, dejando la piel con un aspecto más suave y uniforme.
• Es antioxidante: la niacinamida actúa como un poderoso antioxidante, protegiendo la piel del daño causado por los radicales libres, ayudando así a prevenir el envejecimiento prematuro.
• Mejora la barrera cutánea: fortalece la barrera natural de la piel, lo que se traduce en una mayor capacidad para retener la hidratación y protegerse de agresiones externas.
• Atenúa las manchas y las rojeces: se ha demostrado que la niacinamida ayuda a reducir la hiperpigmentación, manchas oscuras y rojeces, contribuyendo a lograr una tez más uniforme.
• Mejora la textura de la piel: su capacidad para suavizar la textura cutánea promueve una piel más suave y sedosa.
• Calma la piel: posee propiedades antiinflamatorias, por lo que puede ser beneficiosa para calmar la piel sensible o propensa a irritaciones.

¿Cómo utilizar la niacinamida?

La incorporación de la niacinamida en tu rutina de cuidado facial es sencilla. Aquí hay algunas pautas a seguir:

• Limpieza: la limpieza facial es el paso esencial para comenzar una rutina de cuidado de la piel.
• Tónico: el tónico se aplica para equilibrar el pH de la piel. En realidad, no es un paso imprescindible en la rutina de skincare, es un paso extra que te puedes saltar si eres minimalista.
• Niacinamida: utiliza un sérum o crema que contenga niacinamida. Puedes aplicarlo mañana y noche.
• Hidratación: sigue con tu hidratante habitual para sellar la humedad.
• Protección solar: por la mañana, no olvides aplicar protector solar para proteger tu piel de los daños causados por la radiación ultravioleta.